Muchos acontecimientos sucedidos a nivel mundial en los últimos años, sobre todo políticos, han impulsado el trabajo de los medios informativos en la línea del fact-checking o verificación sistemática de datos y hechos. Y si bien esto se trata de una tarea intrínseca a la labor periodística, no fue hasta el 2016 que estalló como la gran tendencia de la profesión.
Para Borja Echevarría, David Caldevilla y Enrique García hechos recientes como la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el auge de los separatismos, el Brexit o la irrupción de la ultraderecha son fenómenos salpicados por el fantasma de la post-verdad. De esta forma, y en un contexto en el que las referencias a emociones y a creencias personales son más influyentes que los hechos objetivos, ¿cómo es que los medios han reorientado su trabajo?
Según el informe Periodismo, medios y tecnología: tendencias y predicciones para 2020 publicado por Reuters Institute for the Study of Journalism, a partir de una encuesta aplicada a 233 líderes digitales de 32 países, desde lo sucedido en 2016, los medios han robustecido sus verificaciones de datos. Asimismo, el informe muestra que el 85% de consultados coincidió con la premisa de que los medios deberían hacer más para señalar las mentiras y medias verdades.

30 iniciativas latinoamericanas de verificación
Ahora bien, ¿cuál es el panorama en Latinoamérica? En Aika hemos realizado un mapeo de las diversas iniciativas que se desarrollan en la región en la línea del fact-checking y la lucha contra las fake news. Se han encontrado un total de 30 medios, entre tradicionales o nativos digitales, que en sus plataformas web evidencian el trabajo de verificación que realizan.
En el siguiente mapa de Latinoamérica se muestran los distintos medios de la zona que desarrollan su labor en esta línea:

Algunas de las iniciativas mostradas en el mapa son medios enteros y otras son secciones dentro de los medios. La mayoría de estas están agrupadas en la red de verificación Latam Chequea y pertenecen también a la International Fact-Checking Network (IFCN), unidad del Poynter Institute.
Según el rastreo hecho, el país que cuenta con más medios centrados en la verificación de hechos o que dedican secciones a esto es Perú. Entre las cuatro iniciativas que se desarrollan en el país destacan Ojo Biónico del medio nativo digital Ojo Público, enfocado en el periodismo de investigación y de datos; y la sección Verificador de uno de los medios tradicionales con mayor trayectoria del país, La República.

Le siguen México y Brasil con tres iniciativas de verificación de datos en cada país. Podemos destacar El Sabueso del medio mexicano Animal Político, La Lupa del medio brasileño Folha de S. Paulo, y Estadão Verifica de Estadão y AosFatos, ambos también de Brasil. Estas cuatro iniciativas tienen en común que cuentan con la insignia de la IFCN que es muestra de que cumplen con los principios que la institución defiende en la línea de la imparcialidad y la transparencia.

De la lista elaborada destaca también el medio digital argentino Chequeado, considerado una de las iniciativas pioneras en América Latina dedicada a la verificación del discurso público. Este se encuentra entre las primeras diez organizaciones de fact-checking del mundo y también cuenta con la insignia de la IFCN.

Otros medios latinos mapeados que cuentan también con la insignia de la IFCN son Ecuador Chequea de Ecuador y La Silla Vacía con su sección Detector de Mentiras de Colombia.

Como vemos, son muchas los medios latinos en la lucha contra los bulos y que hacen fact-checking. Lo que se espera es que, además de que estos continúen con su labor, y sean más las iniciativas de este tipo, haya también un público que demande cada vez más este contenido y que, incluso, aporte a él. En esta línea merece destacarse lo que apunta Borja Echevarría, director editorial de Univision Noticias Digital: «La cara más positiva de esta tendencia global es que volvemos a poner el foco en lo que significa hacer periodismo, que se resume en controlar a los poderosos de manera ética y rigurosa. (…) Frente a tanta posverdad, más y mejor fact-checking».