La censura de las fake news de Donald Trump

Por Judith Martínez Fagella

Donald Trump tomó el pasado mes de mayo una decisión que marcaría otro episodio en el enfrentamiento del presidente contra los medios y las redes sociales: firmó una orden ejecutiva dirigida a las empresas de las redes sociales. Esta orden tenía el objetivo de “defender la libertad de expresión de uno de los mayores peligros a los que se ha enfrentado nunca Estados Unidos”. Además, dejó claro que, si fuera legal, “cerraría Twitter”. 

Quizás ahora también tenga intenciones, si fuera posible, de cerrar las principales cadenas de televisión de Estados Unidos, pues censuraron el discurso que dio en rueda de prensa el jueves 5 de noviembre en el que acusó de fraude y de robo electoral, afirmando que están intentando robar las elecciones al Partido Republicano porque no las estaban ganando. Los medios de comunicación tomaron esa decisión porque las acusaciones lanzadas por Trump no eran ciertas y no se basaban en hechos reales

Entre las cadenas que interrumpieron el discurso del todavía presidente de Estados Unidos se encuentran ABC, CBS, NBC, CNN, MSNBC e incluso la FOX, cadena afín a Donald Trump. La presentadora de ABC, minutos después de emitirse la rueda de prensa, interrumpió la emisión para dirigirse a los espectadores y comunicarles “hemos estado escuchado al presidente Trump dirigiéndose a la nación por primera vez desde la celebración de las elecciones, y está haciendo falsas acusaciones, sin fundamento. Afirma que ha salido ganador de unos estados en los que claramente no ha sucedido así”. 

El presentador de NBC News intervino diciendo que “tenemos que interrumpir porque el presidente está diciendo una serie de falsas informaciones, incluyendo la noción de que ha habido fraude electoral, cuando no hay evidencia de eso.”

La CBS hizo un fact-check de las afirmaciones de Trump con los participantes de la mesa de expertos, y la cadena MSNBC, tras escuchar sus palabras, comentó con un reportero y con los espectadores que “corrigiendo al presidente de los Estados Unidos, hasta donde sabemos no hay existencia de votos ilegales, y tampoco existe la victoria de Donald Trump”. 

Trump no se esperaba que el recuento de votos por correo daría tal victoria a Joe Biden, por lo que su estrategia se basa en negar la legalidad del recuento de esos votos, con el lema “¡Parad el recuento!”

STOP THE COUNT!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 5, 2020

Sin embargo, no sólo los medios convencionales han censurado a Trump: Twitter y Facebook también se han sumado a la lucha contra las fake news que lanza el presidente. En el caso de Twitter, lo hace advirtiendo en algunos de sus tuits que “puede ser engañoso respecto de cómo participar en una elección u otro proceso cívico”. El tuit en cuestión alega que “ellos están intentando robar las elecciones. Nosotros nunca se lo vamos a permitir, los votos no pueden ser admitidos una vez las urnas se hayan cerrado”. Además, antes de que Twitter permita al usuario dar RT, se abre una pestaña en la que ofrece información sobre la seguridad que hay en el recuento de los votos de las elecciones. 

We are up BIG, but they are trying to STEAL the Election. We will never let them do it. Votes cannot be cast after the Polls are closed!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 4, 2020

A raíz de esta polémica, se ha abierto un debate entre expertos y profesionales de la comunicación sobre hasta qué punto los medios deberían censurar e interrumpir la emisión del discurso del presidente de un país que va dirigido a toda la nación. Pero, la decisión de los medios se sustenta en la libertad de expresión, ya que son libres de cubrir o no los eventos que quieran. Si un medio considera que un evento que está emitiendo, en este caso el discurso de Trump, contiene informaciones falsas que no se sustentan en hechos contrastados, está más que justificado que interrumpa la emisión para explicar a la audiencia por qué esas afirmaciones no deberían tomárselas como verdaderas, a pesar de que procedan de una fuente institucional, como es el presidente de los Estados Unidos. Y es que los medios de comunicación deben asegurar que la información que emiten al público está contrastada y es fiable, aunque eso conlleve interrumpir a uno de los mandatarios más poderosos del mundo.

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