Itziar Bernaola de Newtral: “La infodemia ha sido el mayor reto para los periodistas y fact-checkers durante la pandemia”

Por Alejandra Avendaño Alvarado

La pandemia del coronavirus nos trajo otra epidemia, cuyo alcance no la pudo predecir ni la más fantasiosa de las teorías futuristas de Nostradamus: La infodemia o corriente de bulos que han proliferado en una cantidad indecible durante la crisis del Covid-19. Es así como, las organizaciones de verificación de datos falsos o Fact-Checking, un renovado brazo del buen periodismo, cuyo trabajo es investigar y descubrir si un contenido es verdadero o falso, son más necesarias que nunca.

Conversamos con la curtida periodista Itziar Bernaola, directora de Newtral Educación, división de alfabetización mediática del grupo Newtral, el que es considerado a la fecha como una de las principales organizaciones de Fact-Checking en España y Europa.

Bernaola nos presenta las principales conclusiones a las que han llegado después de meses de arduo trabajo verificando los miles de contenidos sospechosos que han corrido en internet acerca del coronavirus, ¿cuáles han sido las redes sociales más usadas? ¿qué tipo de bulos han circulado? ¿cómo ha reaccionado la gente? ¿qué lecciones nos ha dejado esta infodemia y cómo debemos cuidarnos de la desinformación, que se ha convertido en el otro mal de estos tiempos? Sobre esto ahondamos en nuestra entrevista audiovisual.

Entrevista a Itziar Bernaola, directora de Newtral Educación, sobre la desinformación en tiempos del coronavirus

Además de la pandemia del coronavirus se ha desplegado paralelamente una infodemia de bulos y corrientes desinformativas a nivel mundial, ¿cuáles han sido las narrativas más usadas y con mayor influencia en la opinión pública?

Ha sido una auténtica infodemia. En la International Fact-checking Network a la que pertenecemos se dice que es -probablemente- la mayor ola de desinformación de la historia, el mayor reto al que nos hemos tenido que enfrentar tanto fact-checkers como periodistas.

En cuanto a los formatos, se han visto los típicos mensajes en las redes sociales, como tweets o mensajes subidos a Facebook; y luego muchos videos. Algo novedoso, respecto a otras crisis, han sido los mensajes de audio, que se han utilizado mucho en grupos de Whatsapp, de supuestos médicos, (por ejemplo) el jefe de cardiología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, que daba diversas recomendaciones para enfrentarse al coronavirus o supuesta información o datos sobre cómo estaban las cosas en ese momento han sido los formatos que más se han difundido.

¿Cuáles han sido los canales más usados y la motivación que hay detrás de ese tipo de contenido?

Los canales han sido las redes sociales y aquí voy a incluir a Whatsapp, ya sé que no es una red social, es de mensajería; pero es en donde más contenido falso se ha detectado. Luego también hay que destacar que este tipo de contenidos, a veces un poco diferente, han llegado a la gente joven, a través de Instagram y Tik Tok.

En cuanto a la tipología que llegan a estos canales distinguimos varias. Están los contenidos fabricados, que se inventa alguien y no tienen nada que ver con la realidad. Están los que suplantan la identidad o la fuente, contenidos impostores, (como) el típico documento que viene con un logo de la OMS (Organización Mundial de la Salud), y dice que (este organismo) hace una serie de recomendaciones para el coronavirus y que está falsificado. Otro contenido muy utilizado ha sido el de contexto falso, es decir, un video que se dice que es de ahora y de tal sitio, pero no es de este momento ni de este país. Por ejemplo, se difundió un bulo de un caimán en un humedal y se decía que era en Getxo Vizcaya. Pues no, esa imagen pertenecía a Estados Unidos, y era de hace tres a cuatro años. Ese tipo de videos con contexto falseado se ha difundido, generalmente en más de un país.

La motivación que hay detrás de este tipo de contenidos es, la básica es la desinformación; por otro lado, causar perjuicios a una persona o colectivo; (cometer) una estafa, hemos visto casos en los que intentan coger tus datos personales para cometer un fraude; y generar alarma, también ha sido una motivación muy difundida en estos meses.

Ahora que mencionas lo de Whatsapp, es interesante analizar esta herramienta porque goza de privacidad y eso permite que los contenidos falsos sean más difíciles de detectar ¿ustedes cómo lo trabajan?

Efectivamente es así. Nosotros lo hemos trabajado, porque estos contenidos llegaban a nosotros. Ahora, quien no tiene 200 grupos de whatsapp y hubo días, durante estos meses, en los que yo no sé la cantidad de (mensajes de) whatsapp que podía recibir a través de distintas redes y veías que era el mismo contenido enviado desde chats diferentes. Por otro lado, tenemos un servicio de verificación bajo demanda en Whatsapp, en donde damos un número y cualquiera nos puede enviar un contenido y pedirnos que los verifiquemos por ello. A través de este servicio, las demandas de verificación se nos han triplicado por diez, respecto a las que recibíamos antes, y en algunos momentos de la pandemia, hasta por dieciséis de lo que solíamos recibir en un mes normal.

Es llamativo el hecho de que un mismo contenido o narrativa corre por distintas partes del mundo, con distintos ajustes, entonces los habitantes del mundo tenemos las mismas preocupaciones, porque caemos en el mismo juego, ¿cómo lo ve usted?

Totalmente. Esto es la globalidad en el fondo. En una crisis que nos ha afectado a todos. Partiendo de la base de que no a todos de igual manera, pero sí ha impactado a nivel mundial, se han detectado muchos bulos que en el fondo afectan a los mismos sentimientos, porque saben que un titular alarmista para llamar tu atención y pinches en ese titular. Y los clickbaits (ciberanzuelo) alarmistas han sido una cuestión generalizada a nivel internacional.

Entonces, ¿qué ha primado más el clickbait o el interés político en la distribución de los contenidos falsos durante la pandemia?

En muchos casos, hay una motivación política detrás, porque hay un interés de perjudicar a un gobierno o partido determinado. Y no solo los políticos, sino también a colectivos. Hemos visto contenidos racistas, en los que se culpaba a colectivos musulmanes o gitanos de cosas que no habían sucedido.

¿De qué manera se están usando tecnologías, como los bots (robots), algoritmos, inteligencia artificial entre otras que existan para generar y esparcir bulos con efectividad?

En todo esto de los bulos la tecnología ha jugado un papel fundamental, por el hecho de que magnifica todo y hace que su viralización sea muy rápida. Por supuesto se han usado las nuevas tecnologías, no tanto los deep fakes, pero sí la inteligencia artificial (IA) o los bots se utilizan. Pero, cuando hemos analizado los bulos durante esta pandemia, detectamos que no han sido bulos muy sofisticados y tecnológicos. De hecho, nosotros usamos herramientas como IA y estamos desarrollando distintos procesos, pero en el caso de Covid-19, los contenidos que nos llegaban eran muy sencillos de verificar, no necesitabas grandes tecnologías. Por ejemplo, circuló un video en el que se decía que una Ministra española llegaba a un hospital y los sanitarios le daban la espalda. Si te fijabas en el video, te dabas cuenta que no era España. No necesitabas un software específico de análisis de videos, lo podías ver directamente. O simplemente, contrastando fuentes. En esta crisis la verificación no ha sido tan tecnológica como en otras.

¿Cómo deberían los medios combatir la dispersión de bulos y qué consejos le daría a la ciudadanía al respecto?

Yo creo que es muy importante la concienciación y la educación. Hay que dejar muy claro que la gente entienda que no puedes creerte todo lo que ves en las redes sociales. Esta típica frase de que lo he visto en internet o en Instagram o en Tik Tok o Twitter. Bueno, no, ¿cuál es tu fuente entonces? Hay que explicar a la gente que es una fuente y explicarle la importancia de verificar los contenidos antes de compartirlos.

¿Cree que debería impulsarse la alfabetización mediática desde la educación básica?

Creo que sí, porque además piensa que ahora los niños están en las pantallas desde muy pequeñitos y los que son un poquito más mayores, a partir de los 12 o 13 años, que empiezan a tener su propia Tablet o móvil, se informas a través de las redes. Entonces es muy importante que aprendan a cuestionar lo que es verdad y lo que no.

Algo más que desee agregar

Acabar insistiendo en esto que es nuestro lema en Newtral Educación: sin verificar no compartas.

Servicio de verificación bajo demanda por Whatsapp de Newtral (+34) 682 58 96 64)

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