Por Alejandra Avendaño
Una Europa verde, digital y resiliente a nivel político y económico es la meta que se planteó la Comisión Europea (CE) de cara al 2024 para favorecer el desarrollo de la región. Mas, en tiempos de pandemia tales ambiciones se enfrentaron a la incertidumbre hasta el anuncio del nuevo plan de rescate de la Unión Europea (UE) para afrontar la crisis del coronavirus.
Así, el reto se alcanzaría por medio de seis prioridades o estrategias: un pacto verde europeo, una Europa adaptada a lo digital, una economía al servicio de las personas, una Europa más fuerte en el mundo, la promoción del modo de vida europeo y un nuevo impulso a la democracia de la región. Por lo que el reciente rescate lanzado por la UE para mitigar los efectos del covid-19 sobre sus Estados Miembros también prioriza la meta trazada.
Un aspecto clave para la CE de acá a cuatro años se centra en la segunda prioridad que persigue una Europa digital, tanto es así que dentro de las últimas conclusiones presentadas en julio por este organismo para combatir la crisis del coronavirus la colocan como acción esencial dentro del presupuesto asignado para este fin, lo que se evidencia en la consideración de programas como Horizonte 2020 y en otras acciones destinadas a concretarla.
Dentro del objetivo una Europa adaptada a lo digital, se han considerado tres pilares: tecnologías que trabajen para las personas, una economía digital justa y competitiva y una sociedad democrática abierta y sostenible.
Las acciones de la UE contra la desinformación
El incremento acelerado de la difusión de contenidos falsos es una preocupación mundial y el continente europeo no escapa a ello. Tanto es así, que la CE ha concentrado su tercer pilar de una Europa adaptado a lo digital en el combate contra la desinformación a nivel de sus fronteras. Desde el 2015 a la fecha, el organismo ha impulsado diversas acciones encaminadas a combatir la difusión de los contenidos falsos y engañosos, así como frenar su impacto en Europa.

Stratcom, la primera batalla
Partiendo de iniciativas como el Grupo de Trabajo Stratcom del Este – Servicio Europeo de Acción Externa Fuerza de Trabajo (EEAS East StratCom Task Force), lanzada en el primer año con el fin de combatir las campañas de desinformación rusas, originados por medios del Kremlin.
El portal de Stratcom, que funciona como un servicio de análisis de datos y vigilancia de los medios de comunicación en 15 idiomas, contiene una base de datos que reúne más de seis mil 500 campañas de desinformación, artículos de avances en los métodos de desinformación y materiales educativos sobre desinformación y la interferencia electoral (sección de elecciones). Asimismo, esta iniciativa provee entrenamiento a las instituciones de la UE, gobiernos de los EM, periodistas y organizaciones civiles.
Los compromisos de la UE contra la desinformación
En abril del 2018, la CE presentó “La lucha contra la desinformación en línea: un enfoque europeo”, que fue el primer documento en el que se fijó la visión y objetivos de la UE para abordar este problema desde una perspectiva de sensibilización a la ciudadanía y actores públicos acerca de la desinformación, sus orígenes y efectos; promover la diversidad de información, mediante el periodismo de calidad y alfabetización mediática; y fomentar la credibilidad de la información mediante indicadores.
Para esto, se plantearon medidas como velar por un ecosistema en línea más transparente, fiable y responsable, por medio de plataformas en línea, verificación de datos, rendición de cuentas en línea y con nuevas tecnologías; garantizar procedimientos electorales sólidos y fiables, combatiendo las campañas desinformativas de manipulación a la opinión pública; el fomento de la educación y la alfabetización mediática; el apoyo al periodismo de calidad como elemento de una sociedad democrática; el desarrollo de una comunicación estratégica para luchar contra la desinformación interna y externa.
En esta línea de compromisos, a fines del 2018, la Comisión Europea (CE) presentó su “Plan de acción contra la desinformación”. En este documento se establecieron una serie de pilares para hacer más eficaz la lucha contra este problema. Entre ellas figuran: mejorar la capacidad para detectar, analizar y exponer los contenidos tóxicos, fortalecer respuestas conjuntas, movilizar al sector privado contra la desinformación y sensibilizar y mejorar la resiliencia de la sociedad contra la desinformación.
El Código de prácticas para las plataformas de redes sociales
Como parte de las conclusiones del documento anterior, la CE lanzó en septiembre del 2018 el denominado Código de buenas prácticas contra la desinformación, convocando a los representantes de las principales redes sociales, los anunciantes y la industria publicitaria para establecer acciones de autorregulación a fin de hacer frente a la propagación de la desinformación en línea y las noticias falsas.
Dicho código estableció una gama de compromisos, desde la transparencia en la publicidad política hasta el cierre de cuentas falsas y la desmonetización de los proveedores de desinformación y fue firmado Facebook, Google, Twitter, Mozilla, así como por los anunciantes y la industria publicitaria en octubre de 2018; mientras que Microsoft se unió en mayo de 2019 y TikTok hizo lo propio en junio del 2020. Cada uno de los signatarios presentaron sus hojas de ruta para aplicar el Código en sus plataformas y campañas.
El primer balance sobre el Código plasmó las acciones ejecutadas y los resultados. Si bien se han registrado avances cuantitativos, como la remoción de acciones y campañas desinformativas en las plataformas de medios sociales y cualitativos, como los últimos ajustes a los algoritmos de estas compañías para limitar la circulación de contenidos falsos y de odio; la CE resaltó la carencia de un compromiso de parte de las plataformas relacionado a dar las facilidades a la comunidad de investigadores para recolectar datos y proveerles de herramientas de búsqueda que les permitan detectar e investigar la dispersión de contenidos falsos en estos entornos.
Los Observatorios de la UE y complementos
Por medio de la Comisión Europea se lanzaron entre el 2019 al 2020 convocatorias y proyectos enfocados en establecer una observación respecto al desenvolvimiento de la desinformación en diversas plataformas online, como redes sociales y medios emergentes, además de acciones complementarias a las mismas. De esta forma, nacieron SOMA, EDMO y otros financiamientos por parte de la UE para fortalecer el combate contra la desinformación.
- SOMA
Como parte de la iniciativa “la lucha contra la desinformación en línea: en enfoque europeo” y bajo el marco del programa Horizonte 2020, se lanzó en noviembre del 2018 el Observatorio Social para el análisis de la desinformación y redes sociales (Social Observatory for Disinformation and Social Media Analysis SOMA por su nombre en inglés).
Se trata de una comunidad ideada con el fin de agrupar a los expertos en la lucha contra la desinformación y proveerles de una infraestructura útil de verificación comunitaria y conexiones con otros especialistas del sector. Así, los miembros de este observatorio pueden analizar y explotar las actuales plataformas de verificación junto con nuevas herramientas, algoritmos y procesos desarrollados paulatinamente dentro del marco del proyecto SOMA lanzarán gradualmente.
Los participantes se dividen en «miembros independientes» y «hacedores o responsables de políticas”, quienes trabajan al unísono o en conjunto. Entre estos, se reciben a organizaciones de verificación de hechos, medios de comunicación, investigadores, y encargados de la formulación de políticas no gubernamentales.
- EDMO
Inició sus actividades en junio del 2020 como parte del Plan de acción contra la desinformación enfocado en crear un centro o comunidad de investigación de medios digitales nacionales y multinacionales en toda Europa que permita un mejor análisis de la desinformación, fortaleciendo la lucha contra este fenómeno y fomentando la resistencia de la sociedad contra sus efectos.
El Observatorio de Medios Digitales (European Digital Media Observatory EDMO) busca que los investigadores, académicos y demás expertos e interesados colaboren entre sí y se vinculen con medios de comunicación, expertos en alfabetización mediática y responsables políticos.
Para esto, el EDMO ha establecido cinco pilares fundamentales: Cartografía de las organizaciones de verificación de hechos en Europa y apoyo a las mismas mediante el fomento de actividades conjuntas y módulos de formación específicos; cartografía, apoyo y coordinación de las actividades de investigación sobre desinformación en Europa, incluida la creación y actualización de un depósito de artículos científicos revisados por homólogos; un portal público que proporcione materiales destinados a crear resistencia a la desinformación en línea y apoyar las campañas de alfabetización en materia de medios de comunicación; diseño de un marco para garantizar el acceso seguro y protegido de la privacidad a los datos de las plataformas para los investigadores académicos; y apoyo a las autoridades públicas en la vigilancia de las políticas de las plataformas en línea para limitar la difusión y el impacto de la desinformación.
El Observatorio construirá sus principales características en dos fases. La primera fase se centrará en el despliegue de una infraestructura de servicios básicos y definirá las normas de gobernanza del Observatorio. En la segunda se establecerán centros de investigación de medios digitales nacionales y regionales EDMO a nivel de la Unión Europea. La CE lanzó la primera convocatoria de licitación del proyecto para la creación de este observatorio el primero de octubre del 2019, por una cantidad equivalente a los 2.5 millones de euros, siendo ganada por el Instituto Universitario Europeo en mayo del 2020.
Actualmente, se encuentra activa la segunda convocatoria hasta el 05 de noviembre del presente año. En esta ocasión, el ganador del proyecto recibirá un financiamiento de 9 millones de euros para garantizar la implementación de la segunda fase del proyecto. Para esta segunda licitación es clave que los centros de investigación a establecerse se enfoquen en fortalecer las carencias de medios digitales emergentes, por medio del análisis, detección campañas desinformación, desarrollo de alfabetización mediática y la supervisión de políticas de las plataformas en línea y el ecosistema de medios digitales, en cooperación con las autoridades nacionales.
- Adicionales: Medios emergentes de calidad
Como proyecto complementario al programa EDMO, la CE lanzó en noviembre de este año el programa de financiamiento para pequeños medios de comunicación digital y organizaciones enfocadas en la lucha contra la difusión de contenidos falsos. La convocatoria fue lanzada en septiembre de este año y vence el 30 de noviembre del presente.
Se financiarán proyectos de investigación sobre la desinformación, orientados a la comprobación de los hechos y el análisis de las pautas de propagación en línea. Asimismo, deberán ser realizados por equipos de expertos en los entornos de la información y los medios de comunicación en uno o más Estados Miembros, fact-checking, alfabetización mediática, ciencia de redes, datos e informática y garantizar la participación de las organizaciones de medios de comunicación de pequeña escala.
El objetivo es que estos proyectos orienten sus investigaciones académicas y periodísticas en torno a las vulnerabilidades emergentes de los medios digitales y las campañas de desinformación, que son de especial relevancia en el territorio y/o el área lingüística en que operarán; y se espera que cubran áreas como el análisis y detección de campañas de desinformación nacional/regional y su impacto; exponer las campañas de desinformación; actividades de alfabetización mediática a nivel nacional y regional.
Social Truth: IA como arma
Dentro de los planes y estrategias de la CE para abordar la lucha contra la desinformación, las nuevas tecnologías componen un rol clave. Se mencionan en estos documentos y su financiamiento, siendo la inteligencia artificial una de las armas tecnológicas prioritarias para el organismo.
En ese sentido, desde el 2019 y bajo el manto del programa Horizonte 2020, se inició el desarrollo de una de las iniciativas más innovadoras de la UE en cuanto al combate contra los contenidos tóxicos. Se trata de Social Truth, una plataforma de código abierto, que permite un acceso amigable a varios servicios de verificación de información, como conjuntos de datos con metadatos (tweets y noticias) para evaluar credibilidad (desinformación y validar algoritmos).
Este ecosistema permite realizar una verificación cruzada con varias plataformas, como websites, herramientas periodísticas, desarrollo de contenidos y buscadores añadidos, desplegándolos en diferentes escenarios de aplicación.
Cada uno de estos escenarios brindará ocasiones para validar el paradigma de verificación de Social Truth, como el chequeo de fuentes en el proceso de producción, acompañante digital para la verificación de contenidos, ranking en los motores y prevención de publicidad para sitios fraudulentos y comprobación de la fiabilidad de las fuentes externas en el ámbito educativo.
Entre las principales características tecnológicas de esta plataforma destaca su funcionamiento con tecnología de blockchain, garantizando seguridad y auditoria; un ecosistema abierto con interfaces estándar y sin bloqueo de proveedores; el empleo de machine learning activo dentro de su sistema de inteligencia artificial; y el uso de motores expertos de meta-verificación de diseño abierto y verificación múltiple. Para más detalle, hemos incluido en AIKA un artículo sobre Social Truth.
Unión Europa: lo que se observa y se viene
A nivel general, la Unión Europea, mediante su brazo político tiene una actividad intensa contra la desinformación en línea y el discurso del odio, como parte de la primera. En ese sentido, en especial, en los últimos dos años, se lanzaron sus medidas más gravitantes para combatir este infomedia que inunda de contenidos falsos las redes sociales en Europa.
De todo lo revisado, las más fuertes son las de carácter regulatorio como el Código de Prácticas contra la desinformación, que ha conminado y comprometido a las plataformas en línea y anunciantes a desarrollar ajustes prácticos a sus ecosistemas, teniendo un impacto directo en la disminución de esta clase de contenidos.
Sin embargo, como ellos mismos lo señalan en su informe, esta medida regulatoria todavía necesita una mayor colaboración de parte de las redes sociales tanto a nivel de encaminarse a un diseño más ético, como a proveer de herramientas más amigables y abiertas a sus entornos a las comunidades científicas y de investigación.
De igual forma, también se resalta la importancia de contar con planteamientos más acordes a las nuevas estrategias usadas por los propagadores de información falsa, lo que prometen incorporar en los próximos ajustes que harán de cara a esta iniciativa.
También resaltan las actividades de financiamiento dentro del marco de Horizonte 2020 para combatir la desinformación, siendo prioritarios la inclusión de las nuevas tecnologías y equipos multidisciplinarios para reducir el impacto de la desinformación en línea.
Vale mencionar que estas actividades tienen un marco de financiamiento con proyectos en activo y es probable que se anuncien nuevos programas bajo los últimos programas de financiamiento lanzados por la UE de cara a mitigar los efectos del covid-19, considerando que uno de ellos ha sido la infodemia respecto a este tema y a los fondos anunciados para investigación en general.
En sí, se espera que los proyectos para encarar esta problemática sigan naciendo y que la UE mantenga una actividad de liderazgo intenso en esta materia dentro del continente, puesto que los efectos de la desinformación han empezado a mellar los canales democráticos y a interferir en la sociedad europea y mundial.